Perderá de los cielos la belleza
el ordinario curso, eterno y fuerte;
la confusión, que todo lo pervierte,
dará a las cosas la primer rudeza.
Juntaránse el descanso y la pobreza;
será el alma inmortal sujeta a muerte;
hará los rostros todos de una suerte
la hermosa en variar, naturaleza.
Los humores del hombre, reducidos
a un mismo fin, se abrazarán concordes;
dará la noche luz y el oro enojos.
Y quedarán en paz eterna unidos
los elementos, hasta aquí discordes,
antes que deje de adorar tus ojos.
Félix Lope de Vega y Carpio
Perderá de los cielos la belleza,
Soneto 99, Madrid, 1609.
Manejarnos por los sentimientos y el corazón no siempre se cumple a ciencia cierta en la vida diaria, no obstante, si nos preguntamos qué sería de nosotros si todo lo que hiciéramos fuera directo de lo que el alma nos manda, sin dudar, la respuesta sería que mucho, nuestro camino sería mucho más de lo que ya es, y si no lo hacemos es por una supuesta falta de ganas, de oportunidades, de visión, o simplemente, por cumplir con obligaciones necesarias para subsistir, entre muchas otras razones que nos orillan a seguir con la vida sin un sentido personal fijo.
Hay ocasiones en que el presente se torna tan difícil, tan obscuro, que no nos creemos capaces de salir de los problemas que enfrentamos, sin embargo, todos los momentos de debilidades, de ansiedad, de depresión, de pánico, de miedo, son plenamente posibles de desaparecer, y si no en su totalidad, sí que podemos canalizarlos a que sean parte de una mejor versión de nosotros mismos en todos los sentidos.
Por qué permitir la sensación de no sentirnos lo suficientemente buenos en lo que somos y en lo que hacemos, por qué dejar que todo lo malo que acontece nos deje en caída libre hasta tocar fondo, si la vida es tan bella y estamos vivos… El universo que habitamos lo tiene todo, y dentro de él también vive nuestra suerte, esa suerte con la que nacimos, que, de no haberla encontrado aún, en cualquier momento podemos hallarla y disfrutarla.
En el determinado caso de que no deseemos encontrarla, tenemos la opción de perseguir, sea cual sea, nuestro mejor sueño, de desentrañar nuestro propósito, y así crearnos una suerte propia y creer en nosotros mismos. Tarde o temprano, la vida nos va a regalar eso tan importante que estamos buscando, obtendremos lo que tanto deseamos, es cuestión de confiar, de obtener la paciencia, la seguridad, la tolerancia, el amor por nosotros, por el tiempo y por los resultados que consigamos de las acciones y de las decisiones que vayamos tomando.
Lo peor que puede pasar cuando intentamos algo es que no funcione, pero tal como dice un proverbio chino, el mejor día para comenzar cualquier cosa era ayer y el segundo es ahora, por lo que no existe la idea de darnos por vencidos en el inicio, en el medio o en el final de una meta. Por el contrario, existe la opción de fijarnos la misión de encontrar todos los días la forma de tener presente y ser conscientes que todo aquello que nosotros busquemos y demos para lograr nuestro sueño y propósito, será combinado con la vida misma, de sucesos de los que no tenemos el control, y así podremos comprender que todo en conjunto, fluye, todo fluye.
Lo más importante es el camino, porque es el que vamos a recordar, es aquél que día a día forjamos con mucho esfuerzo y lucha tanto con nosotros mismos como con el resto del mundo. Por supuesto, que, en el camino a nuestro sueño y propósito, vamos a encontrarnos piedras, ríos, mares, océanos, montañas, árboles, flores, tormentas, que pueden modificar o poner nuestra visión borrosa, pero si conectamos nuestra mente y nuestro ser con el sueño y el propósito que fijemos, rompemos paradigmas fijados en nuestra mente, dejamos a un lado aquellos recuerdos o sensaciones que no permiten que avancemos y simplemente fluimos.
Viviendo desde el sueño, se vive mejor, eres más feliz por descubrirte a cada momento, por dejarle a la vida el resto, que si bueno o malo, ese porcentaje de destino del que no podemos hacer nada por cambiar, siempre nos dará la fuerza necesaria para seguir con más ganas y mejor. Sobre la obtención de felicidad a posteriori de momentos inesperados, no les miento, recuerden alguna ocasión en que después de haber pasado un duro momento, se hayan sentido superiores e inalcanzables, pues así, debemos sentirnos cada mañana al abrir nuestros ojos y comenzar un nuevo día, inquebrantables, porque lo somos.
Siempre será más válido hacer todo lo que creamos necesario en el camino a nuestro sueño y propósito, porque a veces casi recordamos más lo que no hacemos que lo que hacemos, y si cambiamos un no por un sí o viceversa, estamos ya modelando una mejor versión de nosotros, nos conectamos con los desafíos que se nos presentan y afrontamos el pasado, el presente y el futuro con la frente en alto. Suelta presión y regálate confianza y seguridad en lo que haces, ama lo que construyes y disfruta de todo lo que acontece, somos los únicos que podemos conseguir satisfacción y amor propio por el simple hecho de estar vivos.
En el penúltimo mes de 2021, después de tanto esfuerzo por cuidar de nuestra salud, de nuestra mente, de nuestra gente, de lo profesional, de nuestros pasos, lo mejor que podemos elegir es darnos es esa oportunidad que tanto deseamos y necesitamos todos para ser capaces de amarnos y de estar orgullosos por nosotros, por esa lucha y por la fuerza de disfrutar la vida.
Al final se disfruta más el viaje que la meta, si conectas la felicidad y el éxito, todo lo que venga, más y mejor. Conciencia, sinceridad, seguridad, paciencia, tolerancia, amor propio y gracias a la vida por estar aquí… nada más.