Sobre aquellos momentos difíciles que nublan nuestra visión, tengamos presente que la próxima vez que nos encontremos frente a ellos, debemos aprovecharlos, porque la tristeza no será la misma cuando comience, que al día siguiente y la oportunidad de convertir el peor momento en una fortaleza más, tampoco. Ahora bien, de practicar el positivismo, sabemos que lo fácil es leerlo, decirlo, comprenderlo y lo difícil es actuarlo y practicarlo, pero antes que nada, recordemos que nosotros somos quiénes tomamos la decisión de sonreír cada mañana. Sin importar lo frío que sea el invierno o lo caluroso que el verano pueda agotarnos, debemos seguir emprendiendo y cumpliendo nuestras metas.
La paciencia es la clave, nadie ha caminado al día siguiente de haber nacido, seamos pacientes, la vacuna pronto va a llegar a nosotros. Mientras eso pase, no bajemos la guardia, continuemos con todo lo que hemos aprendido, aceptemos que la situación en que nos encontramos es mundial, no tomemos todo a nivel personal y sigamos adelante, respetemos, seamos solidarios con quiénes nos crucemos en la vida digital a través de la pantalla del ordenador o caminando por la calle, y lo más importante, recordemos que somos la importancia de no dejarnos vencer.