No existe la fórmula exacta para ser feliz

Por María del Socorro Pensado Casanova

Hay ocasiones donde la única opción que queda es continuar, ir a dormir sabiendo que estás destrozada por dentro y despertar con una sonrisa, por la belleza de los nuevos amaneceres, con ganas de sentirte mejor, y confiando que el dolor que sientes un día no será el mismo que el día siguiente, mejor o peor, irá disminuyendo.

Para conseguir lo que queremos, primero debemos saber eso, lo que realmente queremos y luchar para obtenerlo, sin olvidarnos en el camino de nuestro verdadero y real rumbo, aunque aquí también diré que nunca es tarde para tomar uno nuevo, siempre que sea el que nosotros decidamos. Es tan fácil desviar las metas con todos los problemas que van apareciendo por segundo, a veces dejamos que la vida siga sin más, pero si algo les puedo decir es que siempre hay una posibilidad de encontrarnos cuando más perdidos nos sentimos o que creemos estarlo, nunca es demasiado tarde para ver la luz desde lo más profundo del hoyo y volver a brillar.

¿Qué pasaría si fuéramos totalmente abiertos con el amor que sentimos por alguien o por algo desde el comienzo? ¿Cambiarían las historias? Tal vez sí, tal vez no, no hay respuestas para todo, no siempre se encuentran, hay que vivir y las decisiones que tomemos en el momento, esas siempre serán las mejores, ¿Por qué? Porque el contexto jamás va a ser el mismo cuando lo miremos desde el hoy, y el presente lo vale todo.

Tengamos presente que la esperanza, la fe y el espíritu nunca deben perderse porque en esta vida no existe la fórmula exacta para ser feliz, la vamos encontrando en el camino, con nuestras acciones y reacciones, nuestras verdades y realidades, nuestro amor y tristeza, nuestra fuerza y resistencia, con todo lo que somos y lo que seremos.